miércoles, 28 de marzo de 2012

"El niño, sujeto de la educación musical"


Autor: Pilar Pascual.
Año: 2002
Editorial: Pearson Educación.
Capítulo 2: El niño, sujeto de la educación musical. Desarrollo evolutivo en relación con la educación musical.
  
    Este capítulo se enfoca en la psicología de la música, que  estudia “los procesos mentales que se ponen en juego al escuchar o interpretar música (Barceló, 1988, p. 24, en  Pascual, 2000), y la psicología del desarrollo musical. De esta forma, surge el interés por la importancia del sentido rítmico que incluye el movimiento, la palabra y el ritmo. De este último se desprenden tres componentes significativos:
  • Impulso rítmico.
  • Capacidad cognoscitiva
  • Capacidad motora
Del mismo modo, la psicología se preocupa por medir  y evaluar las aptitudes musicales, utilizando la observación como instrumento de medición. Otra de las preocupaciones de la psicología de la música se relaciona con el nacimiento de las capacidades musicales, planteándose la siguiente interrogante: “el músico ¿nace o se hace?”. Es a partir de ello que la educación adquiere un papel primordial, pues un niño con talento inmerso en un ambiente poco estimulante no desarrollará sus capacidades musicales, por lo que la propia valoración de las mismas influirá en el desarrollo de ellas. Finalmente, se da a conocer otra preocupación de la psicología de la música que se relaciona con la inteligencia y el cerebro, en donde a la dominancia cerebral izquierda le corresponden las funciones lingüísticas y a la derecha la creatividad y emoción musical.

Finalmente, se describe la evolución de las capacidades musicales de los niños en las etapas escolares. Así, se pueden identificar 5 etapas:

    0 a 3 años: el movimiento de la música provoca en el niño respuestas corporales; se desarrolla la audición en el vientre materno; el bebé reacciona orgánicamente frente a la música y a cualquier otra estimulación; la expresión lingüística se manifiesta en forma de canturreo; a los dos años el niño canta y percute. El factor más significativo que influye en el desarrollo musical del niño en esta etapa es la atmósfera musical circundante.

·  
  3 a 6 años: el niño posee inteligencia prelógica; pensamiento transductivo; comprende melodías, ritmos y canciones; no diferencias partes, tiempos o frases; posee egocentrismo y animismo; la percepción del tiempo carece de significado; posee autonomía motora; su pensamiento va adquiriendo movilidad; entre los 5 y 6 años casi han consolidado su esquema corporal; prefieren jugar solos; los aprendizajes se realizan a través de la acción: imitan las 
                                  acciones del adulto; pasan de lo exploratorio a lo repetitivo.

·   6 a 8 años: inicio de la vida escolar; aumenta pertenencia al grupo; disminuye dependencia del adulto; posee cierto egocentrismo; se encuentra en el período de las operaciones concretas; su expresión vocal es más rica; acelera tiempos rítmicos; interpreta y reconoce duración de las figuras y silencios; manifiesta imaginación musical; posee tendencia a la dramatización; 
     es la edad para iniciar el Preparatorio de los 
     Estudios Musicales.

·      8 a 10 años: posee alta motivación por el mundo escolar; mayor comprensión del espacio-tiempo; mayor desarrollo motriz; consolida su identidad; gusto por instrumentos de percusión; edad de oro de la voz; le interesan riesgos y aventuras; gustan por tocar en grupo o a dúo; poseen un pensamiento más lógico, realista y reversible; se completa el desarrollo neurológico desde el punto de vista sicomotor; mejora coordinación óculo-manual y pies y manos.


·    
   10 a 12 años: el juego pierde interés en la vida del niño; cambio de voz; síntomas de pubertad; pérdida del egocentrismo; prefieren prácticas instrumentales grupales; poseen pensamiento más analítico; distinguen valores de la partitura; desarrollo de memoria melódica y armónica, buscan variedad de estilos.


Comentario personal

     Como futuras profesoras consideramos que es primordial conocer el desarrollo de los niños en cada etapa evolutiva para poder responder de manera efectiva a las necesidades propias de su edad. De esta forma queda en evidencia la importancia de conocer los avances que los niños presentarán a lo largo de su vida escolar, de manera que podamos provocar un desarrollo más potente en cada uno de ellos, intencionando ciertos aprendizajes en donde el conocimiento entregado sea adquirido de acuerdo a sus estructuras mentales.



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